En apenas 10 minutos nos ayudaron sin buscar nada a cambio, nos invitaron a un zumo y a una barbacoa. La gente se movía tranquila pero sin pausa, sonreía y se mostraba respetuosa. A pesar de la barrera del idioma y su grafía sentimos mucha más cercanía con ellos y con el paso del tiempo nuestra devoción por esta gente va en aumento. Los chinos nos han cautivado y estamos literalmente enamorados de ellos. Y es que hasta les perdonamos su afición por fabricar y expulsar sonoros esputos que hacen temblar el suelo… “pobrecitos”, pensamos, “tienen la gargante seca…”
Los chinos son un poco rudos y muy trabajadores. Aquí no se les ve ociosos y aburridos, al contrario, aprovechan cualquier espacio y cualquier momento para hacer sus labores…
… y labrar la tierra. No hay un palmo de terreno sin cultivar y eso se nota en su espectacular y variada gastronomía.
Pero no todo es de color de rosa. La fábrica del mundo es un hormiguero de millones de camiones, obras y minas que convierten pedalear en una tarea sufrida y a menudo, muy desagradable
… y concurridos centros turísiticos donde los chinos disfrutan como enanos de los bonitos parques temáticos en los que han sido convertidos lugares como Dali…
... Lijiang….
… Shuhe…
….o Shangri La
Al menos quedan lugares más relajados y alejados de los ruidosos turistas chinos, como la bella Shaxi, enclavada en un hermoso valle donde viven al ritmo del sol, las azadas y los recuerdos de lo que un día fue un importante lugar de reposo de la milenaria ruta del té y los caballos…
Su minúsculo casco viejo es uno de los más bonitos por los que ha circulado el pelotón de Cyclotherapy, tan auténtico y pintoresco que parece estar sacado de un cuadro…
Pero ahora estamos en Shangri La y nos disponemos a relajarnos por última vez…
…antes de penetrar en las montañas de lo que para unos es el Tibet oriental y para otros Sichuan occidental… Tenemos noticias de un ciclista uruguayo que va por delante que el paso está abierto a extranjeros. La región es mayoritariamente tibetana y cada vez que algún monje se quema vivo en señal de protesta las autoridades chinas cierran el paso y cortan todas las comunicaciones. Como hicieron en Julio de 2009 cuando circulábamos por la lejana provincia de Xinjiang y nos vimos aislados del mundo exterior hasta que cruzamos a Pakistán.
Dicen que Shangri La es el paraíso en la tierra. No es cierto. El paraíso
está ahí arriba, en los pasos nevados que llevan a valles olvidados y pueblos
que resisten como pueden al progreso invasor chino. Pero esa es otra historia y os la vamos a contar...
Un abrazo
Un abrazo
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